
Los armarios para un niño o un adolescente son fundamentales
. El caos y el desorden parecen ser una constante en este.
Es el momento del desarrollo de su personalidad. Cuántos reproches oímos de padres que reclaman a sus hijos que ordenen su dormitorio. “La ropa siempre tirada por todos lados”, dicen. Y aquí aparecen los armarios.
Porque los armarios son nuestros aliados principales contra el caos y la ropa tirada por todos lados.
Algunas ideas para los niños
Los armarios para los niños difieren en varios puntos de aquellos para los adolescentes. En primera instancia, debemos considerar el tema de la seguridad. En los armarios para niños se suelen suavizar todas las aristas y salientes de manera que no representen un peligro para los pequeños.
Por otro lado, el diseño suele ser diferente. Pintados con tonos claros o cubiertos con papel con motivos cariñosos, los armarios para los niños se distinguirán del resto del mobiliario de la casa.
En cuanto al espacio, aquí se recomienda contar con un buen armario que nos permita ordenar los juguetes del niño y su ropa de manera que el resto del dormitorio se mantenga ordenado y conforme una atmósfera libre de peligros de accidentes y establezca un lugar amigable para su ocupante.
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Algunas ideas para los adolescentes
Los armarios para los adolescentes serán muy distintos a los de los niños. Deberemos comprender que la adolescencia es el momento en el cual el individuo busca constituirse como tal y por eso reniega de los consejos y enseñanzas de sus mayores. El adolescente quiere hacer todo solo.
Por esto último, resulta una muy buena idea permitirles que decoren el armario a su gusto. Claro que la elección del mobiliario se hará de manera previa según las posibilidades de los padres y del espacio de la habitación (donde irán generalmente empotrados aunque también los habrá independientes).
El adolescente tenderá a colgar pósters y fotos del lado de adentro de la puerta, pintará el frente, escribirá los cajones, etc. Pero a no preocuparse. La adolescencia es un momento de la vida de efervescencia que bien vivida genera individuos creativos y felices.
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