La mesa es un mueble que cumple uno de los roles más importantes en el hogar. Soporte en el que nos apoyamos, soporte en el que apoyamos los objetos que usamos al comer, al tomar, al trabajar, al estudiar, etc. Sin una mesa las personas no podrían realizar sus tareas. De manera que si la mesa tiene una función es la de permitir la que las funciones de otras actividades se lleven a cabo sin problemas. Es una condición de posibildiad, a priori, de otras prácticas. Ahora bien, la mesa también exige ser decorada. Veamos algunas máximas para su estilización.
La decoración de la mesa
Uno de los puntos cardinales que debemos tomar en cuenta a la hora de decorar una mesa es el de saber tener límites. Cuando decoramos una mesa no podemos ser excesivos, no podemos hacer que los objetos de la decoración de la misma aparezcan como obstáculos, estorbos al trato social, impedimentos a la realización de actividades y objetivos prácticos.
Los candelabros y los centros de mesa son los objetos primordiales para la decoración correcta de una mesa. Las velas ocupan en este sentido un papel destacado. Pero es evidente que son más utilizadas en eventos como cenas o acciones realizadas en la oscuridad de la noche que a la clara luz del día. Cuando almorzamos solemos hacerlo de forma informal, de manera que no conviene decorar con mucho barroquismo.
A su vez la decoración deberá tener en cuenta que en la mesa se colocarán objetos de todo tipo (platos, fuentes, etc.), de manera que deberá dejar espacio libre.
Ver también :
