
Cuando se trata de iluminar un ambiente las cuestiones a tener en cuenta son infinitas. ¿Se tratará de luz artificial o de una gestión virtuosa de la iluminación natural? ¿Se tratará de lámparas de piso o de lámparas de techo? ¿Se busca iluminar una porción pequeña y específica del ambiente o una amplia porción que abarque gran parte de un dormitorio o de un salón? Como pueden ver son tantas las cuestiones a tener en cuenta (por no hablar del diseño de los objetos que ilumina y sus colores, ni de la tonalidad de la luz que se busque) que no puede resolverse la cuestión de la iluminación en un post como éste. Por ello hablaremos simplemente de una lámpara de techo que nos ha resultado muy bella y que puede ayudar mucho.
Lámpara moderna de techo
Las lámparas de techo cuentan con una virtud y un déficit. El déficit es que iluminan poco, o si se quiere decir, no iluminan muy bien. Esto es lo que muchos dicen sobre ellas cuando se trata de decidir entre una lámpara de este tipo u otras. Sin embargo habría que decir que esta lectura negativista falla en algo fundamental.
Pues una lámpara de techo no ilumina per se mal. Sino que una lámpara de techo ilumina mal cuando se la coloca demasiado cerca o demasiado lejos del objetivo. Cuando se encuentra lejos porque la intensidad de la iluminación es débil. Cuando se encuentra cerca porque el fragmento de realidad iluminado es muy restringido.
Sin embargo esta lámpara que aquí les mostramos es bella y gana por su apariencia, aveces la iluminación no es lo mas importante sino el toque que la misma le da al ambiente.
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