La oficina es uno de los lugares donde el hombre y la mujer modernos pasan la mayor parte de su
tiempo. Ya sea que se ubique en un lugar de trabajo específico o, los que más suerte tienen, en el propio hogar luego de haber condicionado un espacio al respecto, la oficina debe cumplir con ciertos aspectos que nos asegurarán pasar, esas largas horas, de la mejor manera.
Una cuestión de combinatoria
¿Qué necesitamos entonces para transformar nuestro lugar de trabajo en un lugar en el que disfrutemos estar? Primero debemos contar con todo lo necesario para realizar nuestras labores, y todo debe estar a mano. Por eso se recomienda contar, siempre que se puede, con un amplio escritorio que nos dé espacio para trabajar y para distribuir nuestras herramientas.
Además del escritorio, deberemos contar con una silla o sillón ergonómico de manera de evitar problemas de postura o dolores de espalda. Una muy buena opción son los que vienen con rueditas y cuentan con la posibilidad de giro para los más inquietos.
Una buena biblioteca puede además servirnos para ubicar libros, carpetas y otros elementos de manera de liberar el espacio del escritorio para que cuente con lo necesario y sea más fácil trabajar en él.
Pero no sólo deberemos combinar el mobiliario, sino que también deberemos, por ejemplo, lograr un equilibrio entre lo que es metálico, artificial y algún elemento de color vivo para cortar la incómoda sensación.
Y en esta mezcla entre lo artificial y lo que es más humano, también deberemos combinar aquellos elementos que propenden en nosotros cierto sedentarismo y contrarrestarlo con algún elemento para hacer gimnasia, que puede ir desde un simple elástico hasta un juego de mancuernas.
Porque de eso se tratará todo, de saber combinar los elementos para lograr el equilibrio perfecto en nuestra oficina.
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