
Para renovar fácilmente el estilo de una casa no hace falta meterse en reformas, sobre todo por el coste que eso implica, solo con unos botes de pintura se puede conseguir un cambio que renueve su estilo por completo.
La pintura es el mejor de los aliados para obtener sorprendentes resultados en la transformación de un espacio de forma muy asequible. Lo principal es pensar en qué estilo quieres darle a tu casa o qué colores son los que más te gustarían para generar ese cambio, comprar pinturas online de las marcas más conocidas del mercado, todos los accesorios necesarios para pintar y ponerte manos a la obra.
Una vez que los techos y las paredes se hayan secado, simplemente puedes añadirle algunos elementos decorativos más modernos o colocar piezas que ya tienes, actualizándolas con una mano de pintura distinta y así hacer que tu hogar parezca como nuevo.
Detalles a Tener en Cuenta para Elegir los Colores Adecuados
Es importante que consideres la luz natural que tiene la habitación que quieres pintar. Las estancias orientadas al este y al sur son las que reciben más luz, por lo que en esas puedes utilizar tonos más intensos, mientras que las que están al norte u oeste, el blanco y los tonos más claros son la mejor elección.
El tipo de acabado de la pintura también es importante. Los colores mates quedan muy bien pero apenas reflejan la luz, por lo que es mejor usarlas en habitaciones con mucha claridad. Por otra parte, puedes encontrar pinturas antimanchas para cubrir de manera definitiva manchas difíciles de óxido, grasas, bolígrafo…
Para la cocina y el baño, las pinturas más idóneas son las antisalitre ya que están especialmente formuladas para proteger y aislar contra la humedad.
Piensa en conjunto y no solo en las paredes, también en el techo, el suelo, los muebles, las tapicerías… y pensar si lo que buscas es crear contrastes o si quieres que todo tenga un tono semejante.
Ideas para pintar tu casa
Los diferentes estilos de decoración basan sus características en gamas cromáticas concretas y se apoyan en el mobiliario para generar su efecto diferenciador. Por ejemplo, el color del estilo nórdico es el blanco y se utiliza para provocar un efecto de mayor iluminación.
En el minimalista destacan el blanco, los grises suaves y hasta el negro para conseguir que los espacios luzcan diáfanos y espaciosos, del mismo modo que en el estilo contemporáneo. Aunque en este último, los tonos arena se combinan con algún detalle de un color más vibrante como el dorado.
Mientras, en el estilo retro se encuentra una variedad de colores tanto en la pintura de las paredes como en el resto de los elementos decorativos. En el bohemio también se utiliza mucho colorido pero apoyado en paredes blancas, tonos suaves o colores neutros.
Por otra parte, no es necesario que bases tu elección en estilos de decoración y puedes darle otra personalidad a tus estancias con detalle como por ejemplo, pintar la pared del fondo del salón de un color más oscuro para que la habitación parezca más ancha. También puedes utilizar una pintura con efecto pizarra y convertir la pared en un tablón de ideas.
Una idea muy original es pintar el techo de algún color que te guste y las paredes en blanco para generar un efecto realmente único. Si tienes escaleras en casa, otra opción muy interesante es pintarlas con un color como el negro o azul marino. Al ser una zona de paso continuado y que se desgasta, estos colores ayudan a cubrir los defectos.